El peligro de creer en chorradas

¿Quién no cree en alguna chorrada, en alguna tontería? Incluso sabiendo que es falsa o que realmente es una tontería. No pasa nada si esa creencia no te condiciona ni a ti ni a quienes te rodean. O incluso si su posible efecto no tiene mayor importancia. Además, debemos tener en cuenta que lo que para ti es una chorrada, es probable que para otra persona sea algo muy importante.

El pasado 22 de febrero tuve la oportunidad de participar en la jornada sobre intrusismo profesional organizada por el Foro Sanitario que reúne a diferentes colegios profesionales del ámbito de la salud. En esta jornada se puso de manifiesto que el intrusismo profesional en el ámbito de la salud es un terrible problema que puede tener consecuencias catastróficas y, de ahí, la importancia de informar y alertar a la población para que esté atenta, no acuda e incluso denuncie estas prácticas.

¿Crees que la Luna influye en los partos?

Pero, volvamos a las chorradas. ¿Qué es una chorrada? ¿No has oído eso de que con Luna llena se producen más partos? Seguramente sí y hay mucha gente que lo cree. Es una tontería asociar los partos a la presencia de la Luna llena que no es más que el resultado de la posición relativa del Sol y nuestro satélite. No hay ninguna fuerza o influjo astronómico que determine o influya en un nacimiento. Tampoco condiciona la personalidad o la vida de un individuo, pues no hay justificación para creer que la posición de ciertas estrellas, que hemos agrupado de forma aleatoria en forma de constelaciones, nos marcará de por vida. Con respecto a la Luna y los nacimientos existe suficiente literatura científica que demuestra la inexistencia de esa asociación. Por ejemplo, un estudio de 2005 que analizó más de 564.000 nacimientos entre 1997 y 2001 concluyó que no había ninguna relación entre el número de nacimientos (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/15902138/) y el ciclo lunar. Podría dejar de ser una chorrada si esta falsa creencia condicionara la asistencia en un parto, algo que, por suerte y por lógica, no ocurre.

¿La Tierra es plana o es una bola?

¿Y no es menos absurdo creer que la Tierra es plana? Pues existe un famoso YouTuber con más de 528.000 suscriptores que se atrevió a contestar al mismísimo Pedro Duque y decirle que la idea de la “Tierra bola” no tenía fundamento. Esta creencia, probablemente no tiene mayor trascendencia, ¿o sí? Que se lo pregunten a Mike Hughes quien falleció a bordo de su cohete casero con el que quería alcanzar una altura suficiente como para comprobar que la Tierra no es redonda.

¿El móvil es peligroso para la salud?

Y el uso del teléfono móvil, ¿es peligroso para la salud? Pues aquí barro para casa ya que se trata de una de las líneas de investigación que desarrollo en la Facultad de Medicina. Podemos afirmar que a los niveles habituales de exposición no existe evidencia de que estas radiaciones produzcan efecto alguno. Pero hay charlatanes que siguen alertando de esos supuestos riesgos y viven vendiendo toda clase de cachivaches y artilugios, innecesarios e inútiles, afirmando sin fundamento que el móvil produce cáncer. O que la 5G es la culpable de la pandemia que, gracias a esas ondas, los vacunados moriremos en masa o seremos controlados debido a la implantación de un chip microscópico durante la inyección.

Hay gente que cree que estas ondas producen dolores de cabeza, malestar general, problemas para concentrarse y otros muchos síntomas inespecíficos. A este cuadro lo denominan hipersensibilidad electromagnética, pero que los afectados no son capaces de reproducir en condiciones controladas de laboratorio. Estas creencias llegan a provocar, gracias a un efecto nocebo (lo contrario que el placebo), incluso que estos síntomas sean visibles y, para los afectados, plenamente reales. Así, son las víctimas perfectas de esos charlatanes que aprovechan ese miedo y esa creencia para venderles toda clase de sistemas, como decía, inútiles: pegatinas bloqueadoras de señales, pijamas, pinturas y ¡hasta calzoncillos anti-radiación! Recientemente se detectaron colgantes de orgonita en Holanda que debían bloquear las radiaciones de los móviles (radiaciones de baja energía y no ionizantes que no interactúan con la materia) pero que en su composición incluían materiales radiactivos, (fuente de radiaciones ionizantes y muy peligrosas para la salud). Hasta el Consejo de Seguridad Nuclear ha advertido de los peligros de estos productos.

¿Cuándo la chorrada deja de ser tal?

Creer en una chorrada, llevó a mucha gente a comprar otra chorrada que sí era peligrosa para su salud. Con cierta frecuencia, publico en Twitter algún tuit con #LaTontáDeLaSemana en la que comento alguno de estos productos mágicos. Tal vez, ya hayas captado a donde quiero ir a parar: no, las chorradas pueden ser chorradas, pero dejan de ser chorradas y llegar a ser algo muy serio si nos afectan, sobre todo a nuestra salud, a quien nos rodea o a nuestro entorno.

Con evidencia científica

Y no hay mejor sistema para descubrir chorradas y demostrar que una creencia no tiene justificación que la aplicación del método científico. Los científicos pasamos años aprendiendo cómo se aplica este método para elaborar nuestros estudios de forma que éstos sean validados y replicados por otros científicos. Por suerte o por desgracia, esta formación que nos lleva a la consecución del título de doctor, el máximo grado académico, no está en canales de Telegram ni en vídeos de YouTube. Para dar a conocer (en el ámbito científico) nuestros resultados, los publicamos en revistas científicas tras un proceso de revisión muy duro y exigente. No todas las revistas llevan a cabo este proceso y, por eso, no todas las revistas científicas tienen la misma relevancia o impacto. Tampoco todos los estudios tienen la misma fortaleza pues diferentes diseños pueden llevarnos a resultados más o menos fiables. Por eso, cuando en el ámbito científico hablamos de evidencia científica, podemos estar hablando de muchas cosas, pues no toda la evidencia es igual. No es igual un estudio aislado con un hallazgo en animales de laboratorio que una revisión de muchos estudios que aportan consistencia y fortaleza.

Chorradas sobre el coronavirus que no son tan chorradas

Al comienzo de la pandemia recibí un vídeo por WhatsApp en el que un supuesto doctor confirmaba la relación entre la propagación del coronavirus y la 5G. Sí, un vídeo. Poco después, un profesor de arte publicaba en YouTube un sesudo estudio en el que confirmaba esa relación, aunque olvidaba aspectos muy básicos. Por ejemplo, que las casualidades, existen y que hay más antenas donde hay más personas, había más casos de COVID19 donde había más personas, pero que eso no nos puede llevar a la conclusión de que las antenas eran las culpables de los casos (causalidad). Este fue parte del germen de una chorrada que llegó a mucha gente que, aun hoy, cree que la pandemia es mentira, que los virus no existen, que el problema es el 5G, o que las vacunas tienen grafeno, que nos vuelven magnéticos o que moriremos todos en breve. Creer en esta chorrada no debería ser un problema, pero sí lo es para todos los que rodeamos a esas personas, que creyendo en estas tonterías pseudocientíficas difundidas por personas sin formación ni prestigio científico, en contra de todos los científicos y sanitarios del mundo, dejan de vacunarse o promueven la no vacunación.

Aprovecharse del mal ajeno

En 2017, la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP) publicó un informe sobre los fallecidos en España a causa de las pseudoterapias. Entre 1200 y 1500 personas morirían en España al año por creer en la eficacia de supuestas terapias, tan absurdas como la orinoterapia, la homeopatía, las flores de Bach, las constelaciones familiares, el reiki, la quiropráctica y así un listado de decenas de supuestos tratamientos que no son más, que chorradas, pero muy peligrosas. Y, por desgracia, están al alcance de cualquiera. Le propongo un ejercicio, vaya a Google Maps y busque “homeopatía” o “quiropráctica” en su ciudad. Encontrará numerosos resultados muy cerca, muchos de ellos ofrecidos por profesionales colegiados que, sin escrúpulos, ofrecen estas “chorradas” y sin que sus respectivos colegios profesionales actúen con contundencia.

En muchos casos, estas supuestas terapias no tienen ningún efecto. ¿O sí? ¿Y si por acudir a un curandero o a un charlatán evitamos o retrasamos el acceso a un tratamiento profesional? ¿Y si esos supuestos tratamientos inocuos interactuaran con tratamientos que sí han demostrado su eficacia limitándola o anulándola? Pues la Ciencia ha dado una triste respuesta afirmativa a estas dos preguntas y, además, ha demostrado que el uso de terapias alternativas tiene un efecto negativo en la supervivencia de los pacientes con cáncer. A lo mejor ya no estamos hablando de chorradas, ¿verdad?

Oponerse al intrusismo no es una chorrada

Es por esto, que la creación del Foro Sanitario con la colaboración de diversos colegios profesionales de Medicina, Farmacia, Enfermería, Psicología, Fisioterapia, Podología, Odontología, Dietistas-nutricionistas, Veterinaria y Ópticos-optometristas contra el intrusismo profesional y las pseudoterapias, no sea ninguna chorrada.

NOTA: Una versión de este texto fue publicada en Diario Sanitario el 3 de marzo de 2022.